SALIDA HUNTING. PINK SUSHIMAN. KAITEN SUSHI

SALIDA HUNTING. PINK SUSHIMAN. KAITEN SUSHI


El sábado salí con unos amigos a cenar y nos decidimos por Pink Sushiman, un kaiten sushi (o sushi bar con cinta transportadora) que hay en calle Caballero de Gracia.

La estética del local transporta a quien lo visite a Japón inmediatamente, un local pequeño, aprovechado al milímetro, y en el cual un@ se siente demasiado grande e incómodo.

En el kaiten sushi hay varios platos que simulan la forma de pequeños ovnis o algo por el estilo. Cada plato lleva un color el cual asigna el precio del plato escogido. El precio por cada "plato cúpula" oscila entre el 1‚50€ hasta los 4‚50€ (precio del sashimi).

El kaiten sushi está ideado para quienes tienen prisa y quieren comer al instante algo ligero y "saludable".

El sushi me pareció bastante pasable. En la multitud de platos que figuraban en la cinta transportadora‚ había makis‚ nigiris y por supuesto algún que otro roll de fusión‚ (el restaurante aparenta estar especializado en este último tipo de sushi). Los tres rolls de fusión que probé no me parecieron nada del otro mundo‚ dos de ellos estaban en tempura y el otro llevaba una salsa blanca totalmente desconocida para mi. De todas formas‚ de todo el sushi que pude degustar‚ pude llegar a detectar la razón por la cual me supieron tan especialmente insípidos los rolls de fusión: el arroz no estaba bien condimentado. En mi opinión‚ el arroz estaba occidentalizado porque ni tan sólo en los nigiris el arroz desprendía ese ligero aroma suavemente avinagrado tan típico.

Mi experiencia en Pink Sushiman hubiera sido definitivamente más satisfactoria si el local no hubiera decidido prescindir casi totalmente de los nigiris tradicionales de siempre ya que los únicos que habían eran los de maguro (atún)‚ sake (salmón) y ebi (langostino cocido). Quedaban olvidados los de tamago (tortilla japonesa)‚ tako (pulpo cocido)‚ tobiko (huevas de pez volador)‚ unagui (anguila a la barbacoa japonesa) entre otros.

Poner en la cinta comida caliente en una cinta fría tampoco me pareció una gran idea. Deberían de tomar el ejemplo del Ginza dónde no se ponen platos calientes en la cinta; en su lugar‚ lo que ponen son reproducciones de plástico de la comida caliente.

Tomando té verde, unos pocos maki, nigiris y postre (poca comida en resumen) el precio no se disparó demasiado, pero cabe destacar que los platos de 1,5 € brillaban por su ausencia. Pink Sushiman funciona porque tiene un modelo distinto y su estética te lleva al barrio de Harajaku por poco dinero, pero si lo valoramos por la calidad del sushi, deja bastante que desear. Si queremos sorprender a alguien está Navidad con un sitio diferente, es un buen sitio.

Más información | Pink Sushiman